Nuevas costumbres. Nuevas sensaciones.

Pasó una semana, aunque parezca que ya paso más de un mes.

Supongo que eso es normal cuando uno va buscando su lugar, escapando de la monotonía.

Creo que estamos “estirando el tiempo”.

En realidad creo que antes lo estábamos acortando, y no es fácil salir de esa rutina. Somos animales de costumbres, y como tales nos sentimos cómodos haciendo todos los días lo mismo hasta el punto en que las cosas nos salen de forma automática. Eso nos da seguridad, nos hace pensar que sabemos dónde estamos parados, que realmente sabemos adónde vamos.

Y así se nos pasan los días, las semanas, los meses, los años, la vida…

Tanto nos gusta esa monotonía que se nos vuelve difícil salir de la famosa zona de confort. Yo me pongo nervioso, me cierro e intento hacer de cuenta que todo está perfecto, y Carla también se pone nerviosa, pero lo expresa de una manera diferente, le duele la panza, cada tanto se le cae algún lagrimón.

En realidad, estamos los dos cagados en las patas, y lo sabemos. No estamos seguros si esa sensación nos gusta o no, de lo que sí estamos seguros es que pasó una semana, aunque parezca que ya pasó más de un mes.

La incertidumbre juega de dos formas, nos asusta pero al mismo tiempo nos motiva.

Hoy estoy escribiendo desde un pueblo llamado Baccus Marsh, en la casa de Jon y Allison, una pareja de australianos que nos hospedó cuando nos quedamos sin departamento en Melbourne. Carla está acostada adelante mío, a mi izquierda un café recién tomado, y a mi derecha un lorito llamado Billie que vive suelto acá.

Yo me imaginaba pasar el 26 de febrero en Melbourne, buscando trabajo o ya con uno. Pero desde que salimos ese domingo 18 de Buenos Aires lo que imaginamos termina siendo muy diferente a lo que termina sucediendo, y me encanta.

Rompimos con las costumbre, o al menos estamos intentando hacerlo. Generamos cambios y muchas veces me veo mareado. Por suerte siempre voy bien acompañado.

Pasó una semana, aunque parezca que ya paso más de un mes, y eso quiere decir que estamos viviendo.