Balance 2018
- Juan
- 7 ene 2019
- 2 Min. de lectura
Y un siete de Enero volvimos a escribir en nuestro Blog.
Terminamos el 2018.
Podría contarles dónde estamos, hablar de cómo la playa se transformó en el patio de nuestra casa.
Pero lo importante hoy no es Australia, somos nosotros.
Empezamos un nuevo año.
Y como no hacer un balance si a todos nos gusta este momento para ver lo que hicimos y no hicimos desde el balance anterior.
Así vivimos, de balance en balance.
En el medio está nuestra vida.
Ese día a día que se pasa volando.
Sea en Argentina, Australia o en cualquier otro país siempre es bueno hacer una pausa, ser conscientes de cómo llegamos al lugar donde estamos y de cómo nos transformamos en lo que somos.
Empezamos este viaje con la idea de conocer.
¿Conocer qué?
Todo. Solo queríamos movernos, ver cosas nuevas, desde ciudades gigantes como Melbourne hasta pequeños lugares turísticos como Airlie Beach.
Mi cerebro, el de Carla, se llenaron de imágenes, paisajes, gente, comida, animales, costumbres.
Pero a medida que pasaron los días, las semanas, los meses, esas ganas de conocer nuevos lugares fueron mutando hacia algo mucho mejor, se transformaron en ganas de conocernos a nosotros mismos.
El país donde estábamos se volvió secundario. Lo importante dejaron de ser los nombres de las ciudades en las que vivíamos y pasaron a ser las nuevas sensaciones.
Ese famoso día a día que se pasa volando se llenó de ellas.
Nos ayudó mucho salir de Cipolletti pero eso fue solo el comienzo.
Nosotros, los cómodos, nos pusimos incómodos. Australia, nuestro objetivo, ahora era la causa de nuevos objetivos. Nos dimos cuenta que aceptábamos muchas realidades que nos hacían infelices y sin embargo ahí estaban siempre.
Trabajábamos todo el día haciendo cosas que no nos gustaban sólo para no pensar en que no nos gustaban.
Comprábamos solo por comprar. Comprar nos generaba más necesidades. Tener más necesidades nos llevaba a preocuparnos todo el tiempo. Estar preocupados todo el tiempo nos mantenía tan ocupados que jamás podíamos pensar en nosotros. Jamás pensábamos en nosotros para no pensar en que no nos gustaba cómo éramos.
Pero darnos cuenta de esto es “más fácil” ahora.
Empezamos a ver cómodos en todos lados. Todos intentando escaparle a la realidad.
Hasta vimos gente que viaja sólo para pensar en viajar y así no pensar en sí mismos.
Siguieron pasando los días, semanas, meses.
El famoso día a día que ahora no se pasa volando.
Hoy no somos Australia, no somos Argentina. ¡Que mierda tampoco somos abogado y psicóloga!
Hago este balance del 2018 y me gusta pensar que somos un equipo en busca de nosotros mismos. No estamos ni cerca de encontrarnos, pero espero que estemos caminando en la dirección correcta.



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